Juan de Yepez nació en Fontiveros (Avila-España) - se cree - (24 de junio... Bautista / 27 de diciembre... S. Juan Evangelista) de 1542.
Hijo de Gonzalo de Yepes y de Catalina Álvarez. Después de la muerte de su padre, la familia se traslada a Medina del Campo (Valladolid) en busca de sustentos y allí reside durante 13 años.
Ingresa en el Colegio de la Doctrina (para niños huérfanos); también atenderá enfermos en el Hospital de las bubas y pide limosnas para ambos centros.
De los 17 a los 21 años, estudia en el Colegio de los Jesuitas, sin dejar el servicio en el hospital. Hizo su profesión religiosa el 1564 en Santa Ana de Medina del Campo, tomando el nombre de Fray Juan de Santo Matía.
A partir de 1564 hace sus estudios filosófico-teológicos en Salamanca. A los 25 años el 1567, es ordenado sacerdote y se traslada a Medina para cantar su primera misa; allí se encuentra casualmente con Santa Teresa que tenía entonces 52 años y ya fundadora.
"La intuición de la Madre fue certera y nunca quedó desmentida. Desde entonces los dos grandes autores místicos de la Cristiandad caminan juntos en la historia del Carmelo y de la espiritualidad cristiana. Ganado por ella para el nuevo ideal del Carmelo, Juan de la Cruz inició el 28 de noviembre de 1568 la nueva experiencia de vida carmelitana con el P. Antonio de Jesús y otros en Duruelo, Ávila", tomando el nombre de Juan de la Cruz.
"Brilla con luz propia en el Carmelo y en la Iglesia. Fue formador de los primeros carmelitas teresianos sucesivamente en varias casas de formación, director y maestro espiritual, en Castilla y Andalucía, de monjas carmelitas y de los fieles, a quienes instruía y enfervorizaba con la predicación, si bien su carisma particular se realizaba más bien en la dirección espiritual". De hecho, organiza el noviciado de Pastrana, es Rector de Alcalá de Henares, el primer colegio de la Reforma; el 1572 va de confesor a Avila al monasterio de la Encarnación, llamado expresamente por Santa Teresa.
"Tuvo cargos de gobierno en las casas y en la Provincia religiosa. Una incomprensión en el seno de la Orden le retuvo prisionero cerca de nueve meses en la cárcel conventual de Toledo. Ese ambiente desprovisto de luz y de horizonte le favoreció una introspección interior que cantó en sus primeros poemas, génesis de sus futuros libros": redacta los Romances, el poema del Cántico y la Fonte. El 2 de diciembre de 1577 llega secuestrado a Toledo y finalmente el 17 de agosto de 1578, huye de la cárcel; se traslada a Andalucía y le nombran superior del convento de El Calvario (Jaén).
Funda y es Rector del Colegio de Baeza en 1579 y un año más tarde muere su mamá, Da. Catalina. En 1582 pasa a Granada como Prior de Los Mártires, aquí escribirá abundantemente. Pasa a ser Vicario Provincial de Andalucía en 1585, con residencia en Granada. Después, en 1587 es reelegido Prior de Los Mártires. Pasa en agosto del año siguiente a Segovia donde es nombrado primer Definidor, después Vicario y más tarde, Superior.
1591 será un año difícil para San Juan de la Cruz. En junio, el Capítulo General de Madrid le deja sin cargos. Es destinado a México para tenerle lejos. Cambia la situación, y le dejan en España. A primeros de agosto llega al desierto de La Peñuela (Jaén). El 28 de septiembre, se traslada a Ubeda, por necesitar médico, ya que el 10 del mismo mes le habían comenzado a dar unas calenturillas. Pasa una enfermedad dolorosa a causa de una erisipela en la pierna derecha, además de sufrimientos morales por la infame persecución desencadenada contra él por Diego Evangelista. Murió en Übeda, en la noche del 13 al 14 de diciembre de 1591, tenía 49 años.
Es guía indiscutible de los caminos del espíritu. "Sus libros reflejan la enseñanza de su dirección y de sus instrucciones. Al comienzo está el poema, inabarcable casi en el análisis por lo inspirado; la alegoría, el símbolo. Sigue el comentario, con libertad, analítico, pero que puede ser tan inspirado por la profundidad teológica o por la súbita revelación poética. Ante toda enseñanza o comentario está la imagen viva de Cristo. Como fundamento y sentido de toda ascesis y camino espiritual recomienda traer “un ordinario apetito de imitar a Cristo en todas sus cosas, conformándose con su vida, la cual debe considerar para saberla imitar …” (1S 13,3).
En una clasificación convencional, imperfecta (que no da cuenta de la unidad y profundidad de su pensamiento), se consideran más bien obras ascéticas sus libros Subida del Monte Carmelo y Noche oscura. Escritos de elevación mística son el Cántico Espiritual o Canciones que tratan del ejercicio de amor entre el alma y el Esposo Cristo y la Llama de amor viva. Siguen otros escritos menores, como las Cautelas, los Dichos de luz y amor, las Cartas, varias Poesías.
Sutil analista del alma humana con su destino y tendencias, la obra escrita de San Juan de la Cruz suscita el interés de la Psicología, de la Mística, de la literatura. Su propio anhelo total es la unión de amor puro con Dios: ahí deja atisbar, infranqueable, la misteriosa trascendencia divina y a la vez su cercanía hasta ser el centro mismo de la persona humana. Por esta serena y arrebatada tensión a la trascendencia íntima, sus escritos son leídos, seguramente hoy más que nunca, dentro y fuera de la fe cristiana".
En 1593 trasladan su cuerpo a Segovia, donde hoy se encuentra. En 1618 sale a la luz la Primera edición de sus escritos (edición príncipe) en Alcalá de Henares. El 25 de enero de 1675 fue beatificado por Clemente X y el 27 de diciembre de 1726 era canonizado por Benedicto XIII. Pío XI le declaró doctor de la Iglesia universal por su enseñanza en el dominio de la mística el 24 de agosto de 1926. Desde el 21 de marzo de 1952 es patrono de los poetas españoles.
San Juan de la Cruz es el padre y maestro espiritual del Carmelo Teresiano, doctor de la hermosura de Dios y de la belleza de la creación. Su doctrina fue una exégesis viva del Evangelio; por eso la palabra de Dios ilumina su experiencia, y sus enseñanzas tienen alcances insospechados en la meditación de esa palabra.
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